El Sevilla no se pareció en nada al que en la segunda mitad de la ida le hizo tres goles al Barça y, desde el primer minuto, salió apático y sin intensidad. Además muchos de sus pesos pesados se quedaron en el banquillo lo que no es de extrañar con el importante partido que tienen el martes en la previa de la Champions. Esto pesó en un Sevilla que tenía más la cabeza en conseguir el pase a la Fase de Grupos de la máxima competición continental que en el partido.
El primer gol que subió al marcador fue obra de Konko en propia puerta y poco después Messi hizo el segundo que les ponía por delante en la eliminatoria. El Sevilla no cambió su planteamiento y eso dio alas al Barça que hizo el tercero, también obra de Messi, antes del descanso.
En la segunda mitad Guardiola dio entrada a Villa e Iniesta y Antonio Álvarez también movió el banquillo. Con Cigarini, Luis Fabiano y Perotti el Sevilla funcionó mejor pero a años luz de lo visto en otros encuentros. Todavía hubo tiempo para un cuarto tanto, el tercero de Messi que dio el triunfo al Barça por un global de 5-3.
Mucho tendrá que mejorar el Sevilla si quiere dejar en el camino al Sporting de Braga, que llega con ventaja, en la UEFA Champions League.
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